La Plaza de Cagancha, kilómetro cero de la capital uruguaya, es una de las plazas más importantes de Montevideo, así como también una de las más hermosas y más significativas en términos de espacios públicos, siendo un histórico punto de encuentro para la sociedad oriental.
Ubicada en el mismísimo corazón de la ciudad, posa caprichosamente sobre la Avenida 18 de Julio, principal arteria de la urbe, para enfrentar los vendavales que llegan desde el Río de la Plata y recordarle al pueblo uruguayo la significancia de la paz y la libertad. Sin más preámbulos, hoy te contamos todo lo que tienes que saber sobre la Plaza Cagancha, su historia y simbolismo.
La Plaza Cagancha, una oda a la libertad en Montevideo
La Plaza de Cagancha, mejor conocida simplemente como Plaza Cagancha; aunque oficialmente referida como Plaza Libertad, es una de las típicas plazas uruguayas que tanto caracterizan la capital de la república, Montevideo.
Está ubicada en el Centro de la capital, sobre su calle más importante, la Avenida 18 de Julio y tiene un detalle muy particular que riega de gran interés el lugar: su columna de la paz, situada en el centro exacto de la plaza, es el kilómetro cero de las carreteras nacionales de toda la República Oriental del Uruguay.
Además, desde la plaza se puede llegar prácticamente a cualquier punto de la ciudad, pues hay allí una parada de ómnibus por la que transitan numerosas líneas y servicios. En sus inmediaciones más próximas, al rededor de la propia plaza, hay museos, teatros, cines, cafeterías, heladerías, mercado de artesanos, tiendas de ropa, zapaterías, restaurantes y mucho más, siendo un lugar sencillamente ineludible si se está haciendo turismo en Montevideo.
Por mencionar algunos ejemplos, aquí está ubicado el Museo Pedagógico José Pedro Varela, el Ateneo de Montevideo, el ex Cine Plaza, el Teatro Circular de Montevideo y el Mercado de los Artesanos.
Asimismo, en la plaza también hay una Heladería Cigale (de las más populares del país), kioscos, cafés, librerías, boutiques, restaurantes y un Subway.
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La historia de la Plaza Cagancha, emblema de la cultura montevideana
Una de las intersecciones que atraviesan la zona de la Avenida 18 de Julio en donde se encuentra la Plaza Libertad, además de la Avenida General Rondeau, es el Pasaje de los Derechos Humanos, que se instauró en el año 1836 y que le da una profunda dimensión simbólica y significativa a este espacio citadino que tan vinculado a su historia está.
La plaza tuvo su génesis en unísono paralelo al nacimiento de la república, comenzando a construirse en 1836 como la plaza central de todo el trazado de la denominada «Ciudad Nueva» diseñada por el ingeniero José María Reyes, externa a los límites del recinto amurallado del período colonial y como respuesta a la necesidad de expandir el territorio de una capital en pleno auge expansionista.
En 1840 recibió su nombre, que hace alusión a la batalla librada un año antes, en 1839, cuando el General Rivera derrotó a las fuerzas invasoras del gobierno de Buenos Aires. Buscando sellar la conciliación entre los partidos tradicionales de la época, en 1867 se inauguró su icónica Columna de la Paz y comenzó así a tomar su característica forma.
Con el paso del tiempo, la plaza atravesó diversas transformaciones que, a lo largo de su historia, fueron moldeando y dotando de nuevos significados a este central punto montevideano. Durante el glorioso 900 uruguayo, robustos edificios comenzaron a construirse en sus inmediaciones, con estilos que comenzaron a contrastar fuertemente con su estilo original, ajustado al clasicismo y la sobriedad que, hasta entonces, tanto habían caracterizado a la Plaza de Cagancha.
De este modo, en 1994 se desarrolló una intensa serie de nuevas intervenciones en la plaza, generando espacios más adecuados a las necesidades modernas, ambientes más pintorescos; caracterizados por diversos especímenes de vegetación y una hermosa fuente con elementos neoclásicos y románticos, así como la renovación de algunos elementos en el suelo y el decorado que le dieron un toque mucho más contemporáneo.
En la actualidad, la Plaza Cagancha es un lugar típicamente uruguayo, diverso, pacífico y sereno, pero siempre en movimiento, con propuestas culturales de toda índole (especialmente durante el carnaval y los desfiles de candombe) y un punto de encuentro sumamente importante para las manifestaciones, siendo por excelencia uno de los sitios más significativos en los que el pueblo uruguayo se concentra para hacerse escuchar.
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La Columna de la Paz, el monumento de la Plaza Cagancha
El monumento de la Plaza Cagancha es un clásico de la capital, se trata de la llamada Columna de la Paz, una columna de 17 metros de altura hecha en bronce y mármol, con un peso de 9 toneladas. Sobre la cima de la columna de blanco mármol se alza una figura femenina alegórica, una esplendorosa estatua de bronce que tiene un gladio romano en su mano derecha, mientras que su brazo izquierdo, en alto, sostiene una bandera uruguaya a medio desplegar.
Sobre su cabeza, la estatua de la Plaza Cagancha luce un gorro frigio, mientras que una túnica griega envuelve toda la figura. A sus plantas, la anarquía, que había asolado al país desde la independencia. Todas estas características le dan un estilo marcadamente neoclasicista a la emblemática estatua de la libertad que le da nombre. A su vez, la columna, de estilo corintio, está emplazada sobre un basamento de mármol blanco al que es posible acceder mediante tres escalones del mismo material.
Desde su creación hasta el presente, la Plaza de Cagancha cambió tanto que todavía hay gente que confunde su nombre. Asimismo, como en sus orígenes, la plaza sigue siendo el centro del centro, el corazón geográfico de Montevideo y el kilómetro cero del sistema vial de todo el país.
El monumento, inaugurado el 20 de febrero de 1867, es una obra del escultor italiano José Livi (1830-1890), para quien posó su esposa, Rosita Pittaluga, con túnica griega y gorro frigio.
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¿Por qué la Plaza Cagancha es el el kilómetro cero del Uruguay?
Según se narra, la construcción en esta zona fue una tarea arduo dificultosa que requiriò de múltiples modificaciones en el el terreno debido a sus caprichosas irregularidades. Sin embargo, la necesidad de edificarla, y junto con ella una identidad uruguaya, era absoluta.
En este sentido, la metáfora también es altamente significativa, el terreno se limpió, su forma se modificó y tras una larga serie de difíciles esfuerzos constructivos, la plaza fue construida y la ciudad comenzó a expandirse desde allí en adelante. Por ello, ese, aún hoy, es el punto del kilómetro cero de toda la red vial del Uruguay.
Como podemos ver, la Plaza Cagancha es historia viva de la cultura y la esencia misma del Uruguay, un sitio que no se puede dejar de conocer al hacer turismo en Montevideo.
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