Teatro Solís

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El Teatro Solís es el palacio de las artes escénicas de la República Oriental del Uruguay por excelencia.
Matriz de la cultura uruguaya y uno de los sitios de mayor valor histórico en la región, el Solís, como popularmente es referido, es un ineludible foco del turismo en Montevideo.

A continuación te invitamos a conocer algunas de las razones por las que no puedes quedarte sin conocer el Teatro Solís en una visita a la capital del Uruguay.

Breve panorama de la historia del Teatro Solís

El mítico proscenio de la dramaturgia y el quehacer artístico de la escena uruguaya brotó como proyecto ideado prácticamente casi al unísono junto con la propia Jura de la Constitución y fue inaugurado poco después, el 25 de agosto de 1856, con la consagrada ópera Ernani (o El honor castellano) de Giuseppe Francesco Verdi. Según se menciona en el sitio oficial del Teatro Solís, el teatro fue proyectado a escasos diez años de la Jura de la Constitución y, desde entonces, ha sido un testigo protagonista de la historia del Uruguay.

Como referíamos, el Teatro Solís fue Inaugurado en 1856, poco tiempo después de culminada la Guerra Grande, como Sociedad Anónima. Asimismo, en 1937 fue comprado por la Intendencia de Montevideo, convirtiéndose en un teatro público e inaugurando así las primeras políticas culturales públicas al servicio de la ciudadanía.

Su inconfundible y elegante edificio, una distinguida perla originalmente diseñada por el arquitecto italiano Carlo Zucchi —quien diseñó varias piezas edilicias de relevancia tanto en Argentina como en Uruguay durante el período que se extiende desde 1829 hasta 1842— y luego adaptada (a las necesidades económicas y formadoras de un país en guerra) por el arquitecto Francisco Javier De Garmendia, presenta un sobrio estilo neoclasicista republicano con capacidad para albergar más de 1500 personas.

En relación con su nombre, este fue el resultado de un extenso debate que osciló entre las posibles nomenclaturas de «Teatro del Progreso», «Teatro de la Empresa» y «Teatro del Sol», para finalmente prevalecer el homenaje al navegante Juan Díaz de Solís, conquistador considerado como el primer europeo en llegar al Río de la Plata.

El relato oficial sobre la historia del Teatro Solís refiere a las significativas formas en las que las relaciones entre la cultura, el arte y el Estado han sido tan conflictivas como creativas a lo largo de la historia, no solo uruguaya, sino humana, en las diversas sociedades. Así, en  el caso de Uruguay, las artes escénicas han sido parte de la vida cotidiana de la ciudadanía uruguaya desde el principio de su independencia.

De este modo, los lugares dedicados a la creación, reflexión, producción y circulación de conocimiento, arte y bienes culturales en la República Oriental del Uruguay han tenido un lugar muy destacado en la construcción de la identidad uruguaya. El edificio hoy constituye el Patrimonio Histórico del Uruguay y es resultado de preocupaciones tan remotas como la mismísima creación del Estado, en 1830.

Finalmente, en cuanto a su historia reciente, resta mencionar que el Teatro Solís atravesó una serie de reformas. La etapa final de la restauración del teatro se dio entre los años 2003 y 2004, dando lugar a la apertura de la sala principal (cañón central), parte de las salas laterales y a la modificación de tecnología y equipamiento escénico, que fue llevada a cabo por la arquitecta y política uruguaya Eneida de León.

A la fecha, el Teatro Solís, solemne emblema de la cultura y el arte uruguayo, también cuenta con exposiciones y salas de conferencia, restaurantes, biblioteca y visitas guiadas.

El estratégico punto en donde se encuentra el Teatro Solís

La edificación se encuentra emplazada en un espacio estratégico de la ciudad de Montevideo, justo en el límite entre la ciudad vieja y el moderno centro de la mayor zona comercial, gastronómica y cultural de la capital. A la izquierda del teatro se encuentra el edificio de la Presidencia de la República, inserto en un circuito gastronómico, cultural y artístico de la ciudad.

En sí el Teatro Solís se encuentra ubicado en la calle Buenos Aires (678/686), entre las esquinas de Bartolomé Mitre y Liniers, técnicamente en el barrio de la Ciudad Vieja. Es posible contactar con su administración a través del teléfono 1950 3323 y 1950 3325 o bien mediante su sitio oficial: www.teatrosolis.org.uy.

Algunas interesantes curiosidades sobre el Teatro Solís

Con tan rica y variada historia no es de extrañar que el Teatro Solís guarde interesantes curiosidades, mitos y ocurrencias en su haber. Uno de los más icónicos referentes del teatro es, por ejemplo, la enorme farola roja colocada en la corona de la cornisa frontal, la cual anuncia los días de función. Un dato llamativo es que Su origen se remonta a la época de la inauguración del teatro, cuando con su luz se advertía a los vecinos del Cardal, la Aguada y el Paso del Molino que esa noche había función.

Uno de los hechos más interesantes en relación con la historia del mítico teatro uruguayo es que el escenario del Solís se haya emplazado sobre una de las viejas aguadas de extramuros del antigua Montevideo amurallado y colonial, la Fuente de Viana, lo que explica la magnífica acústica que a la sala le da tanta relevancia a nivel internacional.

Solo por mencionar algunas de las figuras y grandes personalidades de las artes que han hecho acto presencia y obrado tras las puertas del Teatro Solís podríamos referir a las sopranos Luisa Tetrazzini, Adelina Patti y Ana Legrange, los tenores Francesco Tamagno y Enrico Caruso, las bailarinas Anna Pavlova y la mítica Isadora Duncan, actores y actrices de la talla de Sarah Bernhardt, Eleonora Duse, Margarita Xirgu, Vivien Leigh, Louis Jouvet, Pierre Brasseur y Vittorio Gassman o músicos como Arthur Rubinstein, Jascha Heifetz, Carlos Gardel, Andrés Segovia, Josephine Baker y Arturo Toscanini.

Otro dato interesante es que en 1872 se llamó a propuestas para la pintura del telón de boca, sin embargo, agraciada y finalmente se optó por encargarle un trabajo al inmenso pintor uruguayo Juan Manuel Blanes, cuya obra fue estrenada en la función de gala del 25 de agosto de 1875. Hoy, sobre la esquina de Liniers y Buenos Aires, en una de las regiones laterales del Teatro Solís, se recuerda al pintor con un decoroso monumento.

Sin lugar a dudas, el Teatro Solís es uno de los puntos centrales que cualquier visita a la capital del Uruguay no puede dejar de incluir en su itinerario.